Chayo y yo nos fuimos al cañón del río lobos. En Ucedo. Es un cañón espectacular, en el fondo del cual transcurre un humilde río: lobos. Sus paredes, sus grutas bellísimas y su pequeña ermita templaria, llena de historias, hacen del lugar algo realmente mágico. Nos encantó el castillo sobre el pueblo de Ucedo y todo el entorno que transmite paz y mucho amor…bueno, a lo mejor eso lo llevábamos nosotras jajajaja