Es la más simple y pequeña aldea de los Ancares. Está arriba, en la montaña, rozando el horizonte.
“Campo del agua”. ¿Cómo algo puede tener un nombre tan hermoso?.
Por encima de él no hay nada, está sobre la cima. Sólo nubes tímidas agarradas a las rocas.Tiene grandes pallozas con techos de centeno y una o dos casitas que con mucha tesón se han habilitado.
Sus calles, están surcadas por regatos de agua, que salta entre las piedras, sobre la hierba.
Todo el lugar es la expresión más clara de la vida bullendo en su modo más puro.Cuando voy, ante tanta belleza, tengo miedo: sé que llevo en la sangre mares de ramas y hojas. Mares de tierra y agua corriendo por los valles.
Siento que algo poderoso me llama a perderme en ellos, a desaparecer, a quedarme siendo mar en la montaña… Es cierto, me dice el alma, es cierto…“Dejadme que voy de vuelo”.
17 Comments
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se parecen a los paisje de Cluade Monet, pero mucho más verdes.
Ha sido un placer encontrar tu hogar.
Qué lindo texto y que lindo lugar, creo haber tenido esa sensación que describes, esa de inmensidad en torno a nuestra pequeñez, somos de la tierra y del universo, no viceversa, eso aún no es comprendido creo en su esencia. «Mares de hojas y ramas», mares en las verdes montañas, qué lindo de verdad, esto es poesía.
un abrazo Celeste
Querida Celeste, sólo he leído este post tuyo y siento que ya te conozco, me identifico contigo y tengo para regalarte otro nombre hermoso «polvo de agua» ¿te dice algo? ¿te gusta? A mi me enamoró desde la primera vez que lo escuché y quedó grabado en mi memoria. Así llama un grupo de escultoras indígenas de mi tierra a las obras de sus manos.
Gracias por tus palabras aquí y por tu visita en mi casa, que también es la tuya. Como deseo de este año que inicia, va uno por que se fomente nuestra amistad.
Queda mi mano tendida y la puerta de casa abierta. Te dejo también mi abrazo
Ese lugar es un poema, y lo que has escrito al describirlo es otro poema: dos poemas que se corresponden, letras que se tocan unas, y otras que se leen, que se deletrean como el horizonte….
Saludos querida Celeste
Yo ayer recorrí la ribera de un riachuelo, el Chícamo, entre montañas calizas erosionadas que semejaban palacios desérticos, entre cuevas, oasis y palmerales. Acabé mojada hasta la rodilla, pero por la noche me sentía tan feliz que renegaba de quitarme las botas de montaña. Me gusta la ciudad, vivo en ella, pero la naturaleza es lo que me llena de vida. Muchos besicos. Y a ver qué nos traen los reyes magos. Te deso lo mejor.
cuando habria tu pagina, poco a poco se descubria la foto y mis ojos se habria cada vez mas y rapidamente de mi boca nacio un «ohhh, que maravilla», realmente es un lugar maravilloso, creo que eres una privilegiada.
Precioso tu post.
Un beso.
Pilar: sé cuanto te gustan los mares verdes, es un placer compartirlo y sentirlo de igual manera. Se meten en la sangre, te hacen perderte…es una sensación única y difícilmente esplicable.
Gonzalo, gracias, mi casa se siente más llena cuando entras…Bajamar, las sensaciones son lo que hacen que seamos. Qué seria si no de nosotros? gracias por acercarte y compartirlo.
Lety: lo mismo para ti, con razón me siento ciudadana de la tierra…es hermoso poder tener tantas casas por las que pasar y quedarme un ratito. Celestino: es un placer recibir tus palabras. Me encantan las palabras, creo que este medio nos hace ser menos tímidos y permitir que todo fluya. Gracias compañero!. Vero: estás invitada, vente, te llevaré a mis mares.
Espero que todos los que quieran y se animen, también se apunten. ¿Quedamos?
Un abrazo grande.
ES RICO SABER QUE TE INTERESA Y VALORAS EL CONOCER TU PAIS Y SU GENTE. Y BIEN QUE CONOZCAS DE CERCA LA SIMBIOSIS EXISTENTE ENTRE NOSOTROS Y NUESTRO ENTORNO. KOOL TU BLOG.
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Bueno… a decir verdad, el nombre correcto de la aldea es «Campo del Agua»; es una aldea dual, tiene un poblado «satélite» llamado Aira da Pedra, los vecinos, antaño, subían en el crudo invierno de uno al otro, pq en Campo del Agua no se podía hacer vida en esos meses. Sufrió un incendio hace una década; por suerte, recuperaron los teitos…
Todos los Ancares son preciosos, orgulloso estoy de tener sangre suya en mis venas… Cuando vuelvas, apunta éste otro nombre: Suárbol. Te encantará.
Un besazo!
27/1/2007 Día totalmente lleno de luz y sol. Campo del agua, como siempre, un placer para los sentidos. Pasar el día entre sus veredas, caminar entre las pallozas, hablar con Isidoro y su esposa, siempre tan amables y hospitalarios, es todo un placer. Vuelves renovada y llena de una calma especial.
Gracias siempre a la vida, por estos lugares y esta gente que tanto alimentan el corazón!
Volveré, cada poco…me lo he prometido!
Vuelvo aquí y me sorprende verme ya en comentario, porque, celeste,e s como si leyera por primera vez esta intensa descripción. Eso tiene el contar con emoción vivida.
Esta vez me quedo con otra idea: el miedo de la muerte al saberte inmerso a la belleza. No muramos, vivamos como si todo hablara de belleza. Porque todo lo puede ser, hasta la muerte, que no quiero que lo sea, pero que es. Seamos partidarios de la felicidad, quizás alguna vez lo hablamos, lo dije o lo pensé. Emoción siempre, permeabilidad.
Muchos besos, belleza.
Querida Celeste:
hace no muchos años, aprendí a amar y respetar la naturaleza.
Me han emocionado amaneceres al lado del mar, el crujir de las ramas y hojas secas de un bosquecito hermoso en el msimo lugar de veraneo, y descubrir ingenuamente, qu en sitios con construcciones bajas, elevando la vista en una noche despejada, parece tener un planetario «ao vivo» ante nuestros ojos, como diría un brasilero, cuando hablan de sus grandes espectáuclos.
Pero cómo transmites tú esas sensaciones, con que maestría poetica, no dan ganas escuharte hablar de muerte, que Dios te de mucha vida, mucha, para que cada vez nos emociones con tus hhalazgos y podamos compartir tus experiencias.
Y ya sabes, si precisas un maletero serio y educado, no tienes más que dejarme una nota a bordo.
Un besazo, apa.
Como siempre, una hermosura. Mucha fuerza y belleza. La emoción que la naturaleza provoca es difícil de describir pero intensa cuando se siente.
Como siempre, un gozo visitarte.
Un abrazo
Hermoso desde el nombre. Será el nombre quien imprimió carácter a este bello lugar o fue la belleza la que le dio el nombre?
Abrazos
Celeste, qué maravilla, cuánta paz inspira ese paisaje, qué bonito es. Y cuánta dulzura hay en tus palabras, amiga. Es un placer visitarte, siempre 🙂
Un abrazo,
¡Vaya, vaya! querida Celeste. Sorprendido estoy en este instante. He entrado a ojear tu dulcísima bitácora (me gusta más que llamarlo blogg, cuando tenemos en castellano tan hermosa palabra para decir exactamente lo mismo) y me encuentro con dos sorpresas que, por mi bisoñez en estos lares, no esperaba. La primera, saber que durante un tiempo dejas de aparecer en este tu espacio: una pena, ¡sí señora!.
La otra sorpresa me ha, incluso, inquietado un tanto, la verdad; me estoy refiriendo al detalle del propio escrito intitulado «Campo del Agua». Si no recuerdo mal, se parece mucho muchísimo a otro que escribiste hace ya bastante tiempo. La diferencia es que en éste has corregido algunos detalles formales
a los que yo hice un par de amables críticas (al menos esa fue mi intención): ¿Recuerdas los «bosques que rodeaban la aldea»?.
¡En fin!, que nm alegro por ello: Ahora ya nadie podrá corregir los datos que viertes en tu escrito y yo creo que está mejor así, ¿no te parece?
Si decides venir (o volver) a Campo del Agua y avisas, me encantará conocerte y, en lo que yo pueda, mostrarte alguno los poquísimos paisajes absolutamente limpios que quedan por la zona, que, por desgracia, ya no están ni en Campo del Agua ni en sus alrededores. Puedes preguntar, por ejemplo, en Vega de Espinareda (me apasionan estos montes y las pallozas). Si no das conmigo, darás conmigo.
Salud y fuerza en tu caminar.