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Algunas veces, el corazón se me cansa y se queda sin esencia.
No siempre es fácil continuar y quedarse. Quedarme, es la asignatura que peor llevo.
Pero mi alma sabia, me recoge del vacío y de su mano, me lleva por calles llenas de aromas para que me llene de nuevo de todo lo que necesito para continuar:
Pizca de jengibre en el abrazo de los amigos, para calentar el corazón.
Orégano y tomillo en las palabras de tantos, que me regalan sus voces perfumadas para quitar malos sabores.
Nuez moscada, en el trajín de mis hijos, que me incitan a caminar bajo su luz.
Anís y cilantro, en la capa protectora de la familia, para sentirme a cubierto de la sinrazón.
Cúrcuma y azafrán en las pisadas de tantos que me acompañan, para que no se borren sus huellas y pueda seguirlas con facilidad.
Canela y vainilla sobre el aire, que le perfuma de estímulos para al respirarlo, sacudir la quietud asfixiante.
Vainilla dulce en la boca de quien me tiene enamorada, para recibir suavidad y dulzura con cada beso y borrar todas las palabras que no sean para la calma y el amor.
Me voy a caminar por la calle de las especias… me tomaré todo el tiempo que necesite hasta traer el alma de nuevo perfumada.
17 Comments
HOLA:FELIZ AÑO!!!!
Yo creo que caminaste sonámbula por esas calles querida Celeste, porque ya traes el alma perfumada, pero no importa, sal, vuelve a ellas, para que traigas, no sólo para tí, también suficiente para seguir compartiendo con quienes te leemos.
A propósito, la imagen, si no me hubieras dicho que es un zoco en turquia, pensaría que está tomada en el mercado de mi ciudad, también en oaxaca amamos las especias.
Besos hermosa
Hola Celeste!Feliz 007!
A mi tambien de vez en cuando el alma se me queda sin aroma, sin esencia…Gracias por recordarme que de uno mismo depende condimentar su vida y encontrarle gusto. Hay tanto que tenemos y no vemos! En eso estoy, metida a cocinera, haciendo experimentos! Un abrazo.
Me iría a caminar contigo por la calle buscando aromas, colores y sabores.
Divino blog. Un gusto conocerte.
Qué bonito, casi se sienten esos aromas y perfumes de tu calle, para mi es indispensable tambien una pizca de Merken, polvo de ají ahumado, me pareció divisarlo en la imágen, algo así como el pequeño y pasional momento de nuestras propias percepciones y respiraciones 🙂
un abrazo, muy grato leerte
Celeste como el agua, celeste como el cielo, simplemente celeste. Interesante blog.
Saludos, celeste.
Celeste,
no te imaginas como añoro los aromas en general. el olor de mis hijos y el de las especias. Fue una de las primeras cosas que me quitó el parkinson. Pero sabes? de pronto me llegan aromas que mi nariz percibe y es un verdadero regalo como por ejemplo, el perfume de mi madre hace algunos días atrás.
erika
te huelo, te huelo…te huelo perfumada…
Muy bonitas las analogías. Te añadiría la canela como símbolo del conocimiento, por la ironía que contine, por su agridulce, por añadirle donaire a los salados y a los dulces.
Los olores, los sabores, los placeres que producen, los cambios a que nos obligan, los recuerdos que nos traen, son esencia. Abandonamos el olfato y el gusto a veces, pero no conviene. Gracias por este sabroso post. Besicos
Alma perfumada…es lo mas lindo que he escuchado, realmente tus palabras me hacen vibrar, me recuesto y me haces pensar en tu profundidad, tu experiencia, tu calma.
Un beso.
Hola, pasaba y me colgue en la lectura de tu blog.
¿Hay algo más sensual que el aroma de las especias?
Besos especiados
Hola, Celeste.
Esencias muy buenas.
Gracias.
Meus blogs http://amanhecer-poesia.blogspot.com
http://sentidos-visuais.blogspot.com
me gustó…mucho mucho!!
yo quiero abrazos con pizca de jengibre, sólo una pizca porque me hace suspirar…
cariños…
las especias y su ancestral magia para cambiar la esencia de las cosas…para aromatizarla, para darle otro color…para ayudarnos a alquimizar los sentidos…
bellos sentimientos…
Que aromático te ha quedado uhm… 🙂
Yo a todo le añadiría un toque de canela… es uff!!!
Gracias amigas, amigos…mi alma está completa! todo lo que le faltaba lo ha tomado de vuestras palabras. Ahora las conservaré como si regresará de las islas afortunadas y no me cupieran en las manos. Todos notarán que os llevo.