Todos los puentes están para ser cruzados
Cuando escuchamos o leemos algo, en ese momento, en ese día, en ese tiempo que ocurre, solo lo sabemos. Pero comprender, es algo que va más allá de saber. Comprender es interiorizar, hacerlo «nuestro»; que circule por nuestro ser como lo hace la sangre y el agua que nos recorre.
Por esto, explicar algo es difícil. Porque la palabra es una energía que se queda corta y vibra a nuestro lado, pero en muchos casos, no entra en nosotros con la fuerza que se necesita para MODIFICAR.
Los pensamientos arraigados, las formas preconcebidas, las costumbres, la historia que levamos prendida a lo que creemos ser, nos impide modificar.
Sólo cuando tomamos consciencia y dejamos que lo escuchado se abra paso hasta nuestro inconsciente para poder modificarlo, cuando le abrimos la puerta permitiendo que entre y cambie poco a poco lo que hay dentro, se producirá el milagro de la transformación.
Los miedos, las caretas, los andamios en los que nos sostenemos, para no caer al vacío. no son nuestro hogar. No son nuestro ser.
Lo más difícil es preguntarnos a nosotras mismas:
¿Quiero mirar-ME para conocer mi verdad? ¿Me atrevo a quitar-ME las caretas con las que salgo a la calle y me presento ante los demás? ¿Podría ser tan valiente? ¿Me atrevería a intentarlo? ¿Qué descubriría sobre MÍ? ¿Me aceptaría tal cual soy? ¿Me viviría tal como soy?.